1. Utiliza contenedores y organizadores
Una forma sencilla y efectiva de mantener tu espacio de trabajo ordenado es utilizando contenedores y organizadores. Puedes utilizar cajas de plástico, bandejas o incluso latas recicladas para guardar tus bolígrafos, lápices y otros suministros pequeños. Además de mantener todo en su lugar, esto también te ayudará a encontrar rápidamente lo que necesitas.
Además, puedes utilizar organizadores de documentos para clasificar tus facturas, recibos y otros documentos importantes. Esto te permitirá tener todo ordenado y al alcance de tu mano cuando lo necesites.
2. Crea un calendario visual
Para mantener un seguimiento de tus tareas y fechas importantes, puedes crear un calendario visual en tu espacio de trabajo. Puede ser un tablero de corcho donde puedas colocar notas y recordatorios con chinchetas, o incluso una pizarra blanca donde puedas escribir tus tareas del día.
Este calendario visual te ayudará a tener una visión general de tus pendientes y te motivará a completar tus tareas a tiempo. Además, es una excelente manera de mantener tu espacio de trabajo interesante y personalizado.
3. Ordena los cables y cables
Los cables y cables sueltos pueden hacer que tu espacio de trabajo se vea desordenado y caótico. Para solucionar este problema, puedes utilizar organizadores de cables o incluso clips para asegurar los cables a la parte posterior de tu escritorio.
Además, puedes etiquetar los cables con etiquetas adhesivas para identificar fácilmente qué cable pertenece a qué dispositivo. Esto te ahorrará tiempo y frustración al buscar el cable correcto.